CinEtiCo

cinético el movimiento de tus piernas al saltar de la cama
cinético el latir de tus sienes cuando te enojas por nada
cinéticos los labios que besan mi cara
cinéticas tus piernas que por las noches me abrazan
cuando grito y tu no estás es espantoso
cuando regresas a casa y estoy a punto de colgarme es maravilloso
cinético el ir y venir de tu cabello
cinéticas tus pupilas siguiéndome de arriba para abajo
cinéticos tus hermosos pechos sobre mi espalda
cinético tu cuerpo dulce sobre mi cama
cuando suplico para que vuelvas es horroroso
cuando llegas corriendo y yo estoy con el pote de cianuro en la mano es grandioso
cinética las líneas de tu mano
cinético el amor que siento por ti
cinética la muchedumbre que se agolpa en la puerta
cinético el sonar de las sirenas y el frenar de los autos policiales
les sigo insistiendo que si no llegas me pego un escopetazo

La creacion también es movimiento... y para qué hablar del amor...

Odio

Llovió toda la mañana y los grillos no pararon de cantar. No sé por qué, pero al despertar sentí un odio tremendo ¿hacia qué? no lo se ¿hacia quién? eso tampoco lo se. Me puse el abrigo y tomé un colectivo. Traté de mirar al chofer pero no conseguí descubrir en él, el origen de mi sentimiento. Me bajé en la plaza y seguí caminando hasta llegar a la pérgola que los hip-hop ocupan para bailar. Los miré detenidamente haciendo caso omiso de sus insultos. Tampoco eran ellos a quienes odiaba. Doble doce esquinas hasta llegar a la decimatercera, la que sería el punto de partida ¿de qué? no lo se, tan solo seguía mi voz interior. Comencé a caminar al igual que en el video musical del tipo que estrella a los transeúntes que caminan en dirección contraria a él. Primero cayó una joven secretaria y luego tropezó conmigo un estudiante que corría atrasado. Una anciana me escupió desde el suelo luego de que volara por los aires. Recibí dos golpes de unos tipos que no soportaron mi osadía. Finalmente una hermosa mujer me esquivó y quedé paralizado. Corrí hacia ella y la voltee con fuerza. Cuando estuvo frente a mi quedé estupefacto. Era hermosa, pero algo no encajaba y era justamente lo que llevaba en su mano izquierda. Era una maldita cajita feliz. Rápidamente la besé sintiendo el candor de sus rozados labios. Corrí por el paseo peatonal y llegué a aquel diabólico restaurante. Entre gritando en idiomas que jamás hablé y venerando santos en los cuales nunca creí. Tomé al ridículo de Ronald McDonald de sus rojas mechas y lo lancé contra unas mesas llenas de familias obesas que me sonreían espantadas. Luego lo pateé hasta que mis piernas no me respondieron. Su sangre se confundía con el maquillaje y sus ojos llorosos me revelaron que ese era el origen de mi odio. Cuando hube de salir arrestado, miré al cielo y respiré hondo. Por fin volvería a dormir tranquilo.

Este relato muy bizarro digno de un caso de Trastorno de Personalidad Antisocial nació el año1999 y es parte de una extraña trilogía que ire subiendo mas adelante...
Ronald Mc Donald? se me ocurrio simplemente

Nuclear

en mi maleta guardo un arma nuclear
su capacidad de destrucción es aterradora
recorro la ciudad buscando la razón de por qué no ha estallado,
y de tanto caminar he llegado a su casa...
regreso a ti, oh amor fantasmal con un arma nuclear en mi corazón
vuelvo a comer mc combos y a tomar helados de maquinitas
la vida me sonríe y ella ha dejado sonreír hace días
hoy he dado un vuelco,
hoy he regresado a su vida.

Un pequeño escrito que tiene el honor de haber sido leído por la radio el año 2000. Ese año llegaba una radio a Rancagua que era de Antofagasta (Canal95) y había un muy buen programa llamado El Mio Cid, que mezclaba literatura y musica alternativa. Uno podia llamar o mandar sus creaciones para que las leyeran. Y bueno... Nuclear salió al aire...

Esperando Largas Horas en el Metro de Santiago

Algunas cosas deben seguir siendo así
No vale la pena cambiarlas
A dos horas y media de tí
Penumbras en el reino subterráneo
Veo los trenes pasar frente a mí
Sin clemencia de mi indiferencia
Se acabó tu perfume en mi bufanda
Ahora sólo sobra tiempo para la espera
Las velas de la torta que no apagaste
Se han reunido esta mañana en mi habitación
Creo que planean asfixiarte
Quitarte el soplo de vida que tú les negaste.
Cálido invierno atormentado
La pesadez del aire se esfuma bajo este subterráneo
Algunas cosas deben seguir siendo así
No vale la pena cambiarlas
Me diluiré tras un rayo celeste
En busca de esperanzas
Huyendo del espanto.

Este escrito o poema o como quiera llamarsele nacio el año 2002 en pleno invierno el la estacion República de la Linea 1 del metro de Santiago.
Parece qye habian problemas amorosos...

Bienvenidos al Falso Blog de Pl�stico 

Espantapajaros

Vivo para su felicidad
y sueño con ella cada vez que el teléfono suena.
Se me hace un nudo en el corazón
cuando la veo coquetear con el mundo de allá afuera,
pero el haber robado un trocito del suyo
me hace recobrar la calma.
Cada vez que mi piel roza la suya,
aunque por casualidad fuera,
la felicidad de mis pupilas reflejan su eterna sonrisa.
Amada mía,
tu cuerpo de mujer perece ante tu alma de niña.
Me avergüenzo de tus locuras,
pero al mismo tiempo me encanto,
al ver como este amargo sentir gana tanta gracia
con sólo toparse unos segundos contigo,
segundos que podría ser días,
si es que no me vieras como espantapájaros.

Escrito el 2000 y dedicado a un amor No correspondido... favorito de muchas en su época

No Sense

Anoche maté a mis padres,
los maté porque el refrigerador zumbaba mucho,
pero en todo caso los quería.
Al salir de casa cerré por dentro,
no fuera a ser que el olor molestara a mis vecinos,
los mismos vecinos que han jodido todo el día.
La gente paranóica saltaba desde los altos edificios,
y hacían como cincuenta grados,
y yo pensaba “es increíble que el mundo se acabe justo hoy día”,
“es increíble que ame lo imposible”,
“es increíble que haya dejado el agua de la tina corriendo...”La cuenta hubiera matado de todas formas a mis padres.

El primer poemaldito que escribi... agosto o septiembre de 1999
Estaba molesto por algo... ah... mis padres.
Fue escrito en una plaza de las condes en santiago