Cuando Todo Esto Termine

Cuando todo esto termine iré a buscarte
y te alzaré con mis cansados brazos hasta tapar el sol con las formas de tu alma.
Cuando todo esto termine iré a buscarte
y te abrazaré con los dientes apretados, tratando de aguantar mis doradas lágrimas.
Cuando todo esto termine iré a buscarte
y te llevaré lejos donde nadie pueda encontrarnos, y vagaremos de la mano y flotaremos en el aire.
Cuando todo esto termine iré a buscarte
y te cubriré de miedos y esperanzas, haremos el amor y nos fundiremos en plegarias.
Cuando todo esto termine iré a buscarte
y me sonreirás como antes, y explotaré con cuerpo alma y corazón.
Cuando todo esto termine iré a buscarte
y espero poder encontrarte.

Final Del Juego

Luego de dos años de dedicarme a bloguear, he descubierto que había espacio para el fútbol, para la música y para el juego a ser escritor... pero ¿y yo? Bueno, para mantener contacto con mis amigos me inventé otro rinconcito donde expresarme yo sin dejar de lado música y poesía, así que si tienes tiempo (tan escaso por estos días) intenta tocar el timbre en http://www.menzoquete.blogspot.com/ el Final Del Juego (imposible dejar a Cortázar) y sin pensarlo dos veces iré a abrir la puerta para invitarte a un cafe o un copetín (la música está obviamente garantizada).

Sin alarmas... este otro rincón se queda, el problema es que últimamente no he escrito mucho, pero siempre sale algo aunque sea por goteo.

Un fuerte abrazo.

Soledad Sin Sentido (Parte 3 y Final)

Es duro y amargo. Reencontrarme con un pesimismo olvidado que se sacude el polvo y las telarañas. La guerra tiene muchos generales. Gané batallas con la sonrisa y la esperanza de amaneceres vívidos tras noches frías de llanto, pero ahora es distinto. A mis amigos se los llevó el tiempo. Maldito tiempo con sus horas y sus propios cuentos. Como dijo Neruda “nosotros los de entonces, ya no somos los mismos”

Soledad Sin Sentido (Parte 2)

Lo desconocido tienta al aventurero pero carcome al miedoso, al incauto y por qué no al perezoso. Me ves caminar pero no soy el mismo. He cambiado a pesar del mismo caminar de pingüino que excita al pavimento que he pisado toda una vida. Necesito que me salves, que abras tus brazos y me engullas en una pasión desenfrenada que sea claridad y no más conjeturas. Las pequeñeces han empezado a sublevarse y exigen una tajada de la torta. No saben que el musgo ahora bañe los biscochos que otrora reventaban bajo el manjar blanco, virginal y silvestre de perdidos encantos. Me siento ahogado, frente a una verdad enorme que me llena de espanto. No suena el teléfono aunque está pagado. Antes era diferente, no sonaba porque lo habían reclutado, se había ido lejos a luchar en su propio Lepanto...

Soledad Sin Sentido (Parte 1)

Sentirse apretado contra una oscura sensación, grisácea en sus suburbios pero densamente negra en el centro. Mezcla de resaca reprimida, entre acciones y voluntades desesperadas, largamente racionalizadas y que finalmente vieron la luz en la oscuridad misma. Sin sentido, soledad sin sentido a pesar de estar rodeado de todo el mundo. De pronto odio a las personas, sus caras, sus olores, sus destinos. Me quedo parado en cualquier esquina conteniendo una vez más el aliento para no querer abrir los ojos y darme cuenta que estoy solo. La rutina cansa a muchos pero a mí parece mantenerme vivo, lejano de toda resquebradura o desgaste emocional de salirse de los márgenes...

(continúa...)

Chisporroteante

Cada vez que sonríes abres una puerta misteriosa
La puerta del fondo donde guardo mis jardines
Cada flor que planté se marchita, se destiñe
Gastar años es lo mismo
Tu compañía es lo distinto
Chisporroteante y refrescante
Ávida de risas y sin sentidos
En un mar de espantos
En oceanos de incertidumbre
Nos vas calmando
Nos vas calmando
Si tienes frío mi chaqueta te alcanzo
Sólo eso... sólo eso
Lo demás... quizás cuando.

La Mujer del Millón de Dólares

Hace días que pretendo despertar, las pastillas me hacen mal
La televisión me empieza a envenenar, Pamela (Díaz) no vas más
Prometiste que nos odiaríamos más, pero hoy me volviste a hablar
Cuánto tiempo tendremos que aguantar, ya me estás cayendo mal
Me traga esta obsesión y escribo esta canción

La mujer del millón de dólares, la mujer del millón de dólares

Hoy cerraste el fotolog que alguna vez prometiste clausurar
Son tus lágrimas las que nos hacen mal, mis demonios por expiar
Rápida y mortal, sarcástica y voraz
Tan hermosa me tragas como el mar

 

El Optimista

Anoche no podía conciliar el sueño. Fue extraño porque si bien había dormido hasta tarde, el haber atendido a tres pacientes de un tiro terminó por agotarme en la noche, llegando a bajar el primer capítulo de la tercera temporada de Lost (debería dedicarle un posteo aparte a mi nueva adicción) para después acostarme.
De todas maneras no podía cerrar los ojos y quedarme dormido. Hipoteticé las causas como buen psicólogo clínico. No había tomado café, pero quizás haber estado frente a la pantalla del computador había excitado mis neuronas y me mantenía hiper alerta.
Música... pensé, tomando el pendrive y enchufándome los audífonos. Me puse a escuchar a The Killers que es mi banda de turno (su último disco Sam's Town está buenísimo), pero no había caso, pues seguía despierto.
Empecé a explorar más canciones para encontrar una que me apaciguara y terminé dando con mi querida Optimistic, del KID A, gran disco de Radiohead. Hacía tiempo que no la escuchaba, con su final casi cinematográfico y sus letras oscuras. Finalmente logré que me atrapara el sueño, recordando que toda la tarde había intentado inyectar de optimismo a quienes había atendido esa tarde, intentando abrir puertas de esperanza, regalando instancias de alivio. Yo acababa de encontrar lo mío, había abierto una puerta para mí... la que me abría Thom Yorke y mis siempre vívidos deseos de que mañana será un día mejor.